domingo, 30 de septiembre de 2012

Entrega aquí, examen allá, todo sin matricular.


Entregas, exámenes, boletines y muchas cosas más tengo ya previstas en mi calendario, que esta hasta arriba por cierto. Ya he ido una semana a clase y no ha estado mal, es bastante diferente, un horario más ligero pero con un trabajo más constante en casa. No se como resultará a la larga pero de momento mi sensación es que vamos a trabajar a un nivel más constante, las noches antes de entrega sin dormir no creo que me las quite nadie, pero pienso que vamos a tener menos atracones. Haciendo un balance: esta organización no nos va a dejar una semana libre pero a la larga será para bien (eso espero porque sino ¡la que me espera!).
Como segundo punto a destacar, el tema de papeleo y matrícula. Ya he solicitado el cambio de plan y me han dicho que ya me avisarán para que me matricule. Esto no da mucha tranquilidad porque vete tu a saber cuándo será eso, que a las de secretaría de mi facultad les gusta la vida contemplativa y se lo toman todo con calma. Hasta que no esté matriculada me tocará estar hablando con todos los profesores para avisar de que existimos, pero que no estamos en las listas. De momento no me han puesto ninguna pega, pero la queja de “que mal organizado está esto” está bastante generalizada.

Hasta aquí las novedades de esta semana, breves pero boloñesas ;)

sábado, 22 de septiembre de 2012

Contrastes


Ya he tenido mi primer contacto con esto de Bolonia. Aún no he podido, ni hacer los papeles del cambio ni por supuesto la matrícula, pero no podía demorar más el comienzo, que Bolonia viene pisando fuerte.
La primera gran diferencia que he notado ha sido el hecho de que la semana que viene ya tengo 3 entregas, no de las fuertes, pero entregas al fin y al cabo.
En el Plan Antiguo estaba acostumbrada a que “empezábamos” las clases en octubre, y digo empezar por decir algo, porque hasta prácticamente noviembre, no teníamos mucho que hacer. Esto se debe a que el plazo de matrícula terminaba a finales de octubre y hasta que no acabase no se podían hacer grupos de trabajo y, en consecuencia, no hacías gran cosa hasta esas fechas. Era como una transición entre las vacaciones y el trabajo duro, porque los universitarios (y los profesores por supuesto) tenemos mucho estrés y no podemos empezar de sopetón.
Yo soy la primera que estaba encantada de que tardase más en empezar la época de agobios y las noches de mucho café y poco dormir, pero no tiene sentido que se organice así. Entre eso y los viernes, que por supuesto no se puede tener clase porque hay que salir los jueves (que conste que a mi me encanta salir los jueves ¿eh?) se pierde mucho tiempo y al final se reduce bastante el curso.
Esto en Bolonia no pasa, llevan dos semanas de clase (los viernes incluidos), y ya han empezado en serio, las clases se dan con normalidad y como ya os decía la semana que viene tenemos cosas que entregar.
En mi opinión es todo mucho más lógico. Creo que la vida universitaria (hablo en mi caso y en mi escuela, que es lo que conozco de primera mano, pero no es el único caso por supuesto) se estaba desmadrando un poco. Se había caído en, “los viernes no hay clase”, “¿Tantas horas seguidas de clase? ¿Qué queréis, matarnos del estrés?”, y muchas otras cosas que en el instituto, que éramos inmaduros, menores y con la cabeza llena de pájaros, veíamos como algo normal. Y ahora que se supone que hemos madurado, somos adultos, y con la cabeza en su sitio, nos parece impensable.

En conclusión, en Bolonia las cosas vuelven a su cauce, a lo que debería haber sido siempre y me parece bien. Y esto os lo dice la fiestera y vaga nª1 ¿eh?

Os seguiré informando... ¡A la Boloñesa! ;)


lunes, 17 de septiembre de 2012

El cambio

¡Ha llegado el momento! Tengo que hacer todo el papeleo para solicitar mi cambio a Bolonia.

Mi situación:

  • Soy de Plan Antiguo así que mi convocatoria extraordinaria es en Septiembre. He terminado los exámenes el día 10, y aquí surge un problema: los alumnos del Plan Bolonia comienzan el día 10 las clases.

Mi pregunta:

  • ¿Qué hago? ¿Comienzo a ir a clase sin saber si he aprobado las asignaturas a las que me he presentado? ¿Espero a que salgan las notas y luego ya empiezo a ir a clase? Porque en mi caso yo tengo claro que me quiero cambiar, pero ¿y si dependiese de esas notas para decidir entre Bolonia o Plan Antiguo?

Para resolver esto, acudí a secretaría a informarme de los pasos a seguir, los papeles que tenía que pedir, etc. Allí me dijeron que si tenía notas pendientes por saber que esperase a que saliesen y después solicitase los papeles para hacer el cambio. El plazo es hasta el 28 de septiembre, 18 días después del comienzo del curso.

Mi opinión:

  • Me parece una mala organización para las personas que cambien de Plan, puesto que entre unas cosas y otras pierdes un par de semanas de curso. Son las primeras, que de lo malo no es lo peor, pero dos semanas al fin y al cabo. Claro que me pueden decir: Pues vete de oyente y luego ya haces los papeles. Pero que queréis que os diga, después de los exámenes de Septiembre creo que hace falta desconectar un poco y no empezar inmediatamente las clases.

Total, que aquí me hallo, esperando a que salgan las notas que faltan, para incorporarme al curso la semana que viene.

Os seguiré informando… ¡a la Boloñesa!

A la Boloñesa


Lo primero de todo, aclaremos que esto NO es un blog de cocina. Es un blog cuyo tema principal va a ser la arquitectura. Si, arquitectura. ¿Y esto que tendrá que ver con esa famosa salsa que todos conocemos como salsa boloñesa?...
Soy estudiante de arquitectura en la ETSAC (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Coruña) y voy a comenzar mi 4º año, pero va a haber una notable diferencia: ¡me paso a Bolonia! He tomado esta decisión en parte porque seguir con el Plan Antiguo me iba a resultar difícil y en parte porque quiero. ¿Pero tú estás loca? ¡Como te vas a querer pasar a Bolonia!, eso me dicen muchos, pero que queréis que os diga, me he cansado de ir a toda prisa, a curso por año, cursando todo, y que la carrera me lleve a rastras con una cierta monotonía que no me gusta. Al final todo era presión… Bolonia me pisaba los talones y todo era ir corriendo para que no me pillase. Y todo ¿para qué? ¿Para no poder disfrutar a mi ritmo de lo que me gusta? ¿Para no pasarme a un plan que se supone que es horrible y no me van a preparar bien? Pues no señor, yo quiero aderezar mi formación con salsa boloñesa, quiero detenerme un poco más en lo que voy aprendiendo y poder condimentarlo a mi gusto, y eso con prisas no lo puedo hacer. Así que en este blog quiero contar mi experiencia como “esa chica que está loca porque se ha querido cambiar a Bolonia”. Voy a descubrir si es tan malo como lo pintan o si todo esto se convierte en una experiencia realmente positiva para mi formación.
Así que poco a poco os iré contando mi vida “en Bolonia”, mi vida… ¡A LA BOLOÑESA!